A LAS PUERTAS DEL DIOS DE LAS ENTREVISTAS

Hoy he tratado de hacer una entrevista.
El sujeto parecía receptivo, medio sonreía ante la perspectiva de una entrevista más en su ajuar de hombre popular.
Yo me personé ante las puertas de su despacho, dispuesta a cazarle a él y sus declaraciones que ansiaba que fueran peliagudas, incendiarias, una sarta de críticas irrefrenables...
Y yo, yo, su contenedora, su cazadora, responsable de la forma y embellecimiento de la tensión social de su discurso.
Pero no, siempre se tuerce, y he esperado, esperado y llamado a su móvil (Tantas veces)...
Pero nada, sin entrevista, sin declaraciones, sin mis 60 euros de trabajo y cabreada, indignada en mi piel de persona obviada.
Una mañana dedicada a esperar, y cansada porque esperar y cabrearse cansa, agota, extenua la carrocería del desesperado.
Y mi cámara de fotos sin desenvainar, mi boli sin ser restregado por la superficie de una libreta, mi grabadora sin hundir su play y su rec expectantes y ese cretino... ese cretino... ¿Donde andará ese cretino?
Supongo que mi medio es humilde, y yo una veintisieteañera que aparenta 16...
En fin, la felicidad en esta vida nunca se coordina: cuando eres joven no tienes dinero, y cuando lo tienes la juventud es un marciano que una vez bajó a visitarte a tu planeta....
El sujeto parecía receptivo, medio sonreía ante la perspectiva de una entrevista más en su ajuar de hombre popular.
Yo me personé ante las puertas de su despacho, dispuesta a cazarle a él y sus declaraciones que ansiaba que fueran peliagudas, incendiarias, una sarta de críticas irrefrenables...
Y yo, yo, su contenedora, su cazadora, responsable de la forma y embellecimiento de la tensión social de su discurso.
Pero no, siempre se tuerce, y he esperado, esperado y llamado a su móvil (Tantas veces)...
Pero nada, sin entrevista, sin declaraciones, sin mis 60 euros de trabajo y cabreada, indignada en mi piel de persona obviada.
Una mañana dedicada a esperar, y cansada porque esperar y cabrearse cansa, agota, extenua la carrocería del desesperado.
Y mi cámara de fotos sin desenvainar, mi boli sin ser restregado por la superficie de una libreta, mi grabadora sin hundir su play y su rec expectantes y ese cretino... ese cretino... ¿Donde andará ese cretino?
Supongo que mi medio es humilde, y yo una veintisieteañera que aparenta 16...
En fin, la felicidad en esta vida nunca se coordina: cuando eres joven no tienes dinero, y cuando lo tienes la juventud es un marciano que una vez bajó a visitarte a tu planeta....
Comentarios
Y Lynnsinhill parece nombre de una vía 7a+... No vale "pillar"... o de primeras o nada.
Y muchas gracias por esos ánimos, Yolanda, los agradezco, son puro golpcito en la espalda entre unas amigas.