LAS APTITUDES DE LA CONCURSANTE

La concursante se observó en el espejo:
-Oh, qué bellos promontorios de pechos mareantes se alzan aquí en medio. Un plantel de seducción- se dijo mientras vapuleaba con sus manos los dos pechos.
Después se giró y pudo apreciar la voluptuosidad de su trasero comprimido, como un fruto maduro a punto de estallar, bajo el traje de lentejuelas.
Enseguida le tocó el turno a los labios y empezó a juntarlos y a desjuntarlos rítmicamente y sin pudor en un descarado intento de imitación Monroe. La concursante entonces consideró que no sobrevaloraba sus aptitudes cuando le decía a todo el barrio que iba a ganar el concurso.
Rapidamente salió al escenario, orgullosa de ser una carne sobre el mostrador. Allí los hombres la desearon y la toquetearon con la mirada.
Ganó, se casó y se puso a parir hijos con la misma voluptuosidad en la carne que ella había disfrutado en sus años de concursante.
-Oh, qué bellos promontorios de pechos mareantes se alzan aquí en medio. Un plantel de seducción- se dijo mientras vapuleaba con sus manos los dos pechos.
Después se giró y pudo apreciar la voluptuosidad de su trasero comprimido, como un fruto maduro a punto de estallar, bajo el traje de lentejuelas.
Enseguida le tocó el turno a los labios y empezó a juntarlos y a desjuntarlos rítmicamente y sin pudor en un descarado intento de imitación Monroe. La concursante entonces consideró que no sobrevaloraba sus aptitudes cuando le decía a todo el barrio que iba a ganar el concurso.
Rapidamente salió al escenario, orgullosa de ser una carne sobre el mostrador. Allí los hombres la desearon y la toquetearon con la mirada.
Ganó, se casó y se puso a parir hijos con la misma voluptuosidad en la carne que ella había disfrutado en sus años de concursante.
Comentarios
Pero no todo es belleza, por eso las mujeres (y los hombres)nos tenemos que esforzar para reforzar vuestro papel en la sociedad para llegar a la igualdad.
Mira, hasta me ha salido una rima.
Besos.