EL SUEÑO "KAFKIANO" DE LYNN

Hay demonios, múltiples y adinerados demonios con los cuernos metidos en el estrato laboral. Y ser un genio es difícil pues esos bichos se sientan delante de ti y te prometen una obesa nómina, con un trabajo estable con nada de tiempo para la genialidad.
Hoy se ha sentado Charles Foster Kane delante de mí. Tenía unos veintitrés años, la cabeza con cien mil rizos saltándole a cada palabra que me dirigía, cien mil proyectos rodeados de un postrero éxito y una marabunta de ambiciones sitiándole silenciosamente como sacerdotes.
El destino podía sellarse, mi destino podía encauzarse por unos caminos que mi vocación vomita.
Nada más difícil que intentar los sueños raros, no estipulados.
Charles Foster Kane lucía la sonrisa que se abate y se endereza a placer. Rellenaba los silencios con su sonrisa extendiéndose como un campo de golf abullonado, y yo le miraba, archivando los pensamientos para derivar en la mejor decisión.
Pero cuando mi vocación se me planta heroica en medio de los caminos fáciles con los que me tientan los demonios... No hay nada que hacer, seré una cínica sentada ante Charles Foster Kane oyendo sus absurdos y sus sueños de gloria periodística y, por supuesto, la vocación me llevará de allí.
Entonces, yo quiero ser como mi personaje. Ese personaje que ninguno de vosotros conocéis y que aguarda una fama que nunca le llegará. Pero es tan honrado, tan fiel a sí mismo, que yo lo adoro... Todos le adorariáis, pero aún no tiene un final, y cojea en su desarrollo. Algún día.
"La edad kafkiana" no es más que un gimnasio donde estiro mis palabras, donde mejoro la musculación de mi prosa, y me empeño en lo que sea que algún día llegaré a intentar ser.
Charles Foster Kane cree que compartimos sueños, pero él no sabe que mi quimera duerme con la luna. No importa, quizás algún día me despierte a su lado.
Hoy se ha sentado Charles Foster Kane delante de mí. Tenía unos veintitrés años, la cabeza con cien mil rizos saltándole a cada palabra que me dirigía, cien mil proyectos rodeados de un postrero éxito y una marabunta de ambiciones sitiándole silenciosamente como sacerdotes.
El destino podía sellarse, mi destino podía encauzarse por unos caminos que mi vocación vomita.
Nada más difícil que intentar los sueños raros, no estipulados.
Charles Foster Kane lucía la sonrisa que se abate y se endereza a placer. Rellenaba los silencios con su sonrisa extendiéndose como un campo de golf abullonado, y yo le miraba, archivando los pensamientos para derivar en la mejor decisión.
Pero cuando mi vocación se me planta heroica en medio de los caminos fáciles con los que me tientan los demonios... No hay nada que hacer, seré una cínica sentada ante Charles Foster Kane oyendo sus absurdos y sus sueños de gloria periodística y, por supuesto, la vocación me llevará de allí.
Entonces, yo quiero ser como mi personaje. Ese personaje que ninguno de vosotros conocéis y que aguarda una fama que nunca le llegará. Pero es tan honrado, tan fiel a sí mismo, que yo lo adoro... Todos le adorariáis, pero aún no tiene un final, y cojea en su desarrollo. Algún día.
"La edad kafkiana" no es más que un gimnasio donde estiro mis palabras, donde mejoro la musculación de mi prosa, y me empeño en lo que sea que algún día llegaré a intentar ser.
Charles Foster Kane cree que compartimos sueños, pero él no sabe que mi quimera duerme con la luna. No importa, quizás algún día me despierte a su lado.
Comentarios
(Y no sabes la rabia que da ver a alguien por encima de ti y no poder decir "no lo merece")
Saludete.
SAludetes.
p.D: Muy buena peli a propósito.De mis favoritas
Sólo importa tu vocación, tu satisfacción al cumplir con tus instintos, el deber cumplido y bien hecho.
Lo primero es una ilusión. Lo segundo, la realidad.
Un saludo.
Mar, eso creo yo también, el gimnasio es muy bueno para la salud mental.
Buen Salvaje, estoy de acuerdo con lo que dices. Por eso dije no, Charles Foster Kane todavía se está rascando la cabeza porque no entiende mi respuesta...
Pues nada, para aligerar la mañana Kafka es lo mejor.
De paso y viendo que están todos listaditos..pues te añado a mis links y te apoyo con un voto diario.
besos
Un beso.
Lo del gimnasio...
No sabes la de veces que lo digo.
Voy a clase "al gimnasio",
gimnasio mental.
A ver si lo de llamarte Ana...
Gran post! (Y mi voto)
UN saludo!
Un abrazo.
Siga usted persiguiendo sus sueños ya que es la única manera de alcanzarlos y leyendo entradas como esta queda claro que está en posesión de dos de sus ingredientes, a saber, talento y sentido crítico.
Fantastica entrada!
buena pelicula, un muy buen texto.
saludos!
llegaras a donde debes llegar eso es cierto, mereces lo que sueñas!
Ciudadano Kane también es una gran pelicula
Por mi parte yo no soy un superhéroe. De ninguna clase. Es lo que tiene buscar trabajo con 300 € en el banco.
además, luego un salario podría estropear las cosas...
Pues sí, Capi, hay que aprender...
Tal vez eso de que Lynn a veces se haga llamar Ana..., no Leicca?
Sí, porque Orson se inspiró en alguien de carne y hueso.
Gracias, pequeño, tu confianza es correspondida.
La delicadeza, Ara? Desde luego, eso siempre, muchas gracias por tus ánimos.
Ay, anónimo, su palabrería es un baño de felicidad. Siga viniendo para dar su visto bueno o malo a todo lo que lee.
Persio, claro, todos merecemos lo que soñamos, siempre que soñemos cosas sanas... no sé, tendría que matizar todo esto.
Su, desde luego, más Lynn que nunca y extracciones de mi realidad más aterradora.
Vaderetro, mucha suerte con tu búsqueda, y dime es en el país de tu novia dónde lo buscas?
Bueno, Deni, me encanta que tengas vena crítica, y que coincidamos en esto.
Chupetina, el buen salvaje es el mejor de los paradigmas de la razón.
Groucho, las letras esas deben de ser terribles, yo espero sobrellevarlas cuando me llegue el turno.
Jerjes, the last, intuyo que tú eres un tío con mucha vocación.
besitos
Para mí ya eres escritora, y los editores se darán cuenta en breve.
Un beso
Tyler, me has tocado el corazón, ay, tus ánimos me los voy a guardar para mirarlos toda la noche.
Pues, An, un ídem de eso mismo.