LA PREPARACIÓN VITAL I

-Ay, mis títulos, qué justos laureles rodean mi nombre.
El hombre, un tipo de unos treinta años, en edad de desposar una mujer, y llevar un promontorio de oro en uno de sus dedos, siguió adorando la visión de sus títulos.
Después encendió un cigarro, porque la contemplación es siempre más hermosa e interesante cuando una columna de humo alza su perfil fantasmagórico en el aire, mientras que el trasero fue a besar uno de los bordes de la mesa (Qué horrible metáfora).
-Tengo tres títulos, nada más y nada menos. Mi título de licenciatura, el del máster y el de idiomas en el extranjero. Tres comodines que me harán pasear por esta vida con seguridad y desparpajo.
Siguió observando, encendió un tercer cigarro, y la habitación, pequeña y escasa, empezó a adquirir la atmósfera de un cementerio en pleno rodaje de película de serie B, pero el hombre permaneció contemplativo, arrugando los labios con cada calada y satisfecho de ser un César de los títulos.
-Soy un tipo afortunado, preparado, armado de las mejores papeletas para ganar.
En medio de todo, de tanta felicidad, y romance con los títulos, sonó el teléfono y el hombre, desincrustando el cigarro de los labios, lo tomó y habló.
(Continuará...)
Después encendió un cigarro, porque la contemplación es siempre más hermosa e interesante cuando una columna de humo alza su perfil fantasmagórico en el aire, mientras que el trasero fue a besar uno de los bordes de la mesa (Qué horrible metáfora).
-Tengo tres títulos, nada más y nada menos. Mi título de licenciatura, el del máster y el de idiomas en el extranjero. Tres comodines que me harán pasear por esta vida con seguridad y desparpajo.
Siguió observando, encendió un tercer cigarro, y la habitación, pequeña y escasa, empezó a adquirir la atmósfera de un cementerio en pleno rodaje de película de serie B, pero el hombre permaneció contemplativo, arrugando los labios con cada calada y satisfecho de ser un César de los títulos.
-Soy un tipo afortunado, preparado, armado de las mejores papeletas para ganar.
En medio de todo, de tanta felicidad, y romance con los títulos, sonó el teléfono y el hombre, desincrustando el cigarro de los labios, lo tomó y habló.
(Continuará...)
Comentarios
Saludos
ElsA
Ay los títulos, ya veremos, Mireia.
Ay los títulos, ya veremos, Mireia.
Por cierto, hoy me he sentido completamente desamparado por tus compañeros de profesión. ¡Ni una triste reseña al I Salón del Cómic de Castilla y León, ni siquiera en la prensa local! Así que tendremos que guisárnoslo nosotros. Aprovecho el blog para colgar una crónica del evento. ¡Nos leemos!
Besos
Groucho, tenemos que hacernos una foto juntos.
Deni, puede ser...
Jerjes, corto.. corto... pues nada ya me preparo para transcribir el Quijote, saludos.