LA PREPARACIÓN VITAL III

El hombre, Casius para todos nosotros, clavó de un solo golpe el auricular en el seno del aparatejo. La sonrisa de antes se disgregó como un humo, tomó su chaqueta y salió.
Fuera, en la calle, era 1897. Primavera, marzo, martes y a 13 (como hoy, cien años después).
El empedrado andaba soltando sus sones con cada carruaje guiado por un hombre, de levita negra, repetido semblante que miraba con gesto de rey a todas las mujeres de pechos robustos con hijos todavía por robustecer.
Entonces y ahora, conduciendo, siempre se miraba a las mujeres.
Casius dobló por una calle, subió a la acera, hizo descender su sombrero un par de veces, cuando se topaba con alguna mujer digna del gesto, y entró en un establecimiento de comidas lentas, pausadas y desesperantes porque allí los hombres de negocio siempre desesperaban a los camareros con sus comidas largas, pesadas, y exigentes.
Se sentó; frente a él; la mujer más bella del mundo en los tiempos de 1897.
Fuera, en la calle, era 1897. Primavera, marzo, martes y a 13 (como hoy, cien años después).
El empedrado andaba soltando sus sones con cada carruaje guiado por un hombre, de levita negra, repetido semblante que miraba con gesto de rey a todas las mujeres de pechos robustos con hijos todavía por robustecer.
Entonces y ahora, conduciendo, siempre se miraba a las mujeres.
Casius dobló por una calle, subió a la acera, hizo descender su sombrero un par de veces, cuando se topaba con alguna mujer digna del gesto, y entró en un establecimiento de comidas lentas, pausadas y desesperantes porque allí los hombres de negocio siempre desesperaban a los camareros con sus comidas largas, pesadas, y exigentes.
Se sentó; frente a él; la mujer más bella del mundo en los tiempos de 1897.
Comentarios
Besos
Besos de martes
Unos diez años más tarde descubrí que habían muchas más. Aún no me he recuperado del susto.
Un beso
Ayns, sólo de imaginarme a un hombre del siglo XIX con los master, los idiomas y esas movidas me da la risa.
Besitos.
jerjes, nos vemos por aquí y por allá.
Ay, el mundo, Mireia...
Groucho, su madre seguirá siéndolo toda la vida.
Myrna, aldalid de la reputación de los concursantes!!
Por supuesto, su, el canon cambia.
Díselo a la madrastra de Blancanieves?
Sí, menuda mezcla, Deni, ya veremos si no me explota
Ay,Vaderetro, seguro que cuando conduces no pierdes ojo.
y te leeré después de publicar, que si no se me muere mi blog.)
Tú sabes que eres de los platitos que me gusta leer tranquila.
Te voto, mientras tanto.
saludos y mi apoyo de siempre!
:)
JAJAJAJAAAAAA ¡buenísimo, Lynn! ¡que grandísima prosa!
Pues la mujer más bella de hace 110 años se parecería mucho a Scarlett Johannson, sólo que un poco más gruesa. Pero poco, porque antes se apreciaba más la juventud que otra cosa y, a edades comprendidas entre los 15 y los 25, no es corriente tener mucha chicha, la verdad.
Saludos salvajes.
Leicca, tu blog anda bien vivo.
Persio, el explorer se me cierra cuando trato de traspasar tus dominios.
An,mirar, mirar, mirar...
Gracias por lo de la prosa, es un piropo maravilloso. Y bueno, puede ser que se pareciera a Escarlata.
Un besito.
"Quizás lo haga precisamente por eso, porque nadie crea en mí"
Releo un millón de veces a Miller y veo una parte de mí tan bien descrita en tantos pasajes que no puedo dejar de citarlo unas 3 o 4 veces por día.
Así como cuando estando enamorado y me veía en el Werther.
No leo porque aspiré conseguir "almas gemelas" en cada libro, pero es reconfortante encontrar ciertas "similitudes" en ciertos aspectos ¿Será lícito decirlo?
Hoy estoy tan cansado que no adentraré mucho en tu historia (pese a que la he leído antes de comentar)
pero mañana vendré, cuando haga una pausa entre tantas líneas de código
end_comment;
Saludos
ElsA
El relato es muy evocador. Parecería que realmente estuviste allí!!
¿Cuántos tienes en realidad?