El abrazo del arnés

Lynnsinhill se sentía menos Lynn y Hill que nunca. Eso sí, había mucho "sin", un aderezamiento excesivo, porque no había forma de dar un paso sensato por la roca, los brazos se abrían y los pies resbalaban en una especie de puenting raro e inverso.
-Tendré que cambiarme el nombre -reconoció Lynn, comprobando que el arnés quedaba sobre su cintura como el abrazo prieto de King Kong.
Crishsinsharma estaba detrás, apostado en una roca, entretenido. Una risa desatada y rauda se desparramó como polen.
La decoración (los músculos) de la espalda y los brazos de Lynn no servían para nada, porque la maldita cabeza se había desacostumbrado a los achaques de la adrenalina.
-¿Dejarás de llamarte Lynnsinhill?
-No creo -replicó, oteando la cima- Todo es como esta roca, la metáfora sirve para todo, hasta para la literatura.
Comentarios
"Trato de estar tranquilo siempre, aunque a veces no lo consigues o no te dejan. No hay muchas cosas por las que valga la pena estresarte. Habrá cosas difíciles de aceptar, pero si puedes pensar en conjunto verás que tus pequeños problemas son realmente pequeños. Podemos disfrutar de nuestra vida, de la naturaleza..."
Un tipo sensato el tal Sharma...
Saludos salvajes
Pues conforme los escribo van saliendo... no tengo más en la recámara, pero si te gustan... trataré de que haya más. Cómo va por allá??
¿Conseguiste dar el paso al final?
No tengo su e-mail, señorita Lynn. Escríbame usted a grouchoxxi@hotmail.com y hablamos.
sALUDOS
Un saludo