Toda mi vida he sido un...
Si tuviera que contestar a la trascendental pregunta de mis razones para esto; para escribir, diría: Que de otra manera no puedo existir, que de la otra, sin escribir, sólo existe mi cuerpo, y que mi mente se contrae bajo el andamio de piel y huesos. Que si no lo hago, la mente se rebela y empieza a segregar venenos, los de la mala conciencia. Que desde que tenía los mínimos dígitos navegando sobre la tarta de cumpleaños, he tenido esto ahondando y perforando el organismo en busca del petróleo de mi "talento". Que Toda mi vida he sido un detective fue mi primer proyecto de letras cuando todavía los seis años se atrincheraban como duendes en mi sonrisa, que desde entonces lo he sido, que podría haber subtitulado Toda mi vida he sido un escritor, que da igual que lo consigas o que no, pero que el intento y este dulce preámbulo, las puertas del templo al que se quiere entrar, son una mágica contemplación cuando sabes que, algún día, estarás dentro.