Se me ocurre un título, lo diré después

El ascensor sube y baja, con sus carrillos llenos de gente, con la boca a punto de estallar..., la deja estallar en el piso tercero y en el cuarto. Qué muchedumbre tan poco peregrina del Camino... A algunos les duele el ejercicio físico, a otros, la edad. Fuera, en el parque los niños despanzurran su voz en el silencio y los quinceañeros se preparan para escuchar el chachachá de los años 10 en su garito. Un tipo se atisba a lo lejos y la zanahoria de un huerto urbano levanta su copa verde para verle pasar. A la hortaliza le han contado historias, leyendas acerca de un sujeto que patrulla los parques en busca de quinceañeros a los que les gusta el palique en los bancos y un módico alcohol regándole el buen humor que luego cosecha sus risas y sus lamentos. Al parecer, el tipo los hurtaba y ya nunca más volvía a saberse del jovenzuelo. ¿Será ese del tipo que le habían hablado? ¿El hurtador? ¿El temible llevaquinceañeros ? Lo miró, se acercaba, veía sus ropas, lo tenía a un